viernes, 4 de marzo de 2011

Todo apunta a facilitarle la vida al cliente


Imagine usted que el cliente llega, mira el conjunto y sobre ese conjunto, elige. Entonces, como para redondear el concepto: cada producto debe estar con sus parientes. He visto barbaridades, donde se exhibe por marca, por proveedor. Eso yo lo he visto con mis ojos, en importantes dietéticas de Capital. Y cuando le observé ese hecho, me contestaron: ¿Pero qué tiene de malo?. Estimados: la cosa no debe ser colocada en términos de oposición entre bueno y malo, pero sí entre lo que es merchandising y lo que no lo es. La ubicación de productos por proveedor es una práctica que nos atraviesa y eso es muy útil para el depósito, para la trastienda pero no para el cliente. También he constatado casos en que, directamente, no se exhibe, porque “el cliente igual lo pide”. Este es un pensamiento de almacenero del pasado, tuvo su vigencia, tuvo su época, es honorable, pero no es adecuado para los tiempos del zapping, para los tiempos de la revolución visual.

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